martes, 28 de agosto de 2012
Sobre caminos por delante.
No me importa sufrir por los mismos motivos, pero sí quiero dejar de sufrir por la misma gente.
Es la tranquilidad lo que me deja entenderlo, y es que hasta ahora el corazón metió emociones fuertes todo el tiempo que salían como veneno que es rechazado en una herida y vuelve a salir a flor de piel.
El tiempo me tomó por testarudo, y no hay corazón más testarudo que el mío, y en esa cabeza dura (irónico, si se habla de sentir) y se enfocó en buscar esas emociones que me habían casi obsesionado, como el capitán Ahab, terminaría dentro de las entrañas de lo que quería obtener.
Lo que me alegra de mi accionar es que nunca traté de agarrar una mariposa con las manos sólo para abrir mi puño y encontrar un cadáver, no, nunca forcé el amor ni caí en posesividades. Fué la claridad de saber lo que quería lo que no me permitió caer en eso, y eso es porque lo que quiero es amor.
Amor de verdad, que hasta ahora nadie me pudo dar en totalidad, y amé el amor que me han dado ciertas personas, pero sería forzar el amor esperar que todo ese amor venga de esa persona cuando no era así.
Tenía esta fijación de pensamiento de que ya no era amado y ya no estaba en los pensamientos de el otro ser, y era cierto, completamente, de hecho nunca ocupé un lugar central en ella y lo supe desde que empezó ese sentir, pero es más fácil saberlo que aceptarlo.
El tiempo me hizo pensar por qué, y mi soledad creer en el poco aliento que había de que todo ese amor viniera para mí, pero de a poco fué siendo obvio y ya.
No puedo buscar más en el pasado el amor que no estuvo ahí, menos aún en las mismas personas que ya en claro me han dejado cómo persiguen el amor y cómo pueden prescindir de mí.
Y ya no se trata de ella y yo, se trata de que no hay ella, no hay alguien que conflictúe con mi sentir, no, ya no, ya no hay cadenas porque ahora entiendo que no encontraré amor verdadero si no me vuelvo todo lo que pueda ser, y ahora, mi amor, sencillamente me hacés mal.
Y no es malo, porque no voy a estar mal, voy a avanzar para volverme mas y creciendo dar con alguien que crezca conmigo, porque quiero ser más y correr, correr y que el viento me susurre al oído dónde ir, quiero mover las cosas, porque ya toso polvo de lo estancado que estoy y no quiero que mi agua sea turbia, quiero que sea corriente y circule y se mueva y sea transparente y cristalina, quiero correr tan rápido que no me llegue a crecer musgo ni me alcancen los males y no necesite ya un escudo ni una coraza, por saber que andaré ligero para seguir mi camino, porque fuerza para enfrentar demonios no me falta.
Fué un largo invierno, pero hoy el sol me pegó en la cara como la luz al final de un túnel, el confort de un calor matutino tras una noche entera afuera con un viento que lastima, todo eso está por pasar.
Y no tengo más tiempo que describir, porque el tiempo no pasó para el que se mueve más rápido que él, los buenos recuerdos que me dejó gente referida en este texto me han salvado la vida mil veces, y es momento de que se logren su merecido descanso y hacer nuevos buenos recuerdos.
Porque los buenos recuerdos, pueden salvarte la vida.
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