martes, 11 de agosto de 2015

Final de fiebre.




La fiebre siempre ha marcado un cambio en alguien, desde lo más básico de la definición de esta palabra.
La fiebre surje cuando hay que luchar contra algo externo, al menos así la solemos tener al menos una vez al año, es como uno más la conoce.

No siempre es el cuerpo luchando contra algo de afuera. Un bebé que está dentando desarrolla fiebre mientras cambia.

No hablo de una fiebre sencilla, de una mera excusa para faltar al trabajo o una tos que se queda tres semanas, sino de una fiebre que inhabilita a uno a hacer otra cosa que lidiar con una condición en el cuerpo.

La fiebre debería ser celebrada.

Tenés visiones, perspectivas y percepciones diferentes, te hace cambiar sin tutía.Te hace crecer, te hace más resiliente a algo.

Una vez tuve fiebre años, hoy la tuve de nuevo. Creo que más bien, mi cuerpo estuvo enfermo mucho tiempo y ahora la fiebre vino para hacerme crecer y no darme, sino hacer que genere lo que necesito, quizá estuve mucho tiempo sin dientes, o una tos que no me dejó dormir tanto tiempo.

Hay cosas a las que hay que dedicarles tiempo y vivirlo evita que nos sigan los pesares del pasado, a veces uno considera que ya levantó suficiente temperatura el suficiente tiempo, pero no está en manos de quien está afiebrado eso, sino en cuándo llegará la persona que se reponga a la fiebre, distinto al enfermo inicial.

Hace un par de días imaginaba lo lindo que sería tener algo inmaculado por dentro, a donde no lleguen las afecciones externas, un lugar al que ir y al que no haya llegado dolor.

Luego me dí cuenta, que después de la fiebre podés tenerlo, es solo uno quién se aliena de la pureza interna, como dijo Galeano: "Son fueguitos".

Cada paso y respiro es consecuencia del relojito que llevamos dentro y es el corazón, y que marcará los segundos de nuestra vida, a veces pasará más rápido y a veces más lenta y es porque a veces vivimos más y a veces no estamos viviendo tanto.

Más importante que vivir la fiebre, es no vivirla por demás.

Te deseo una venturosa y corta fiebre.