jueves, 9 de agosto de 2012

Sobre soledad.

( http://www.goear.com/listen/79c5907/pensar-en-nada-leon-gieco )

Hoy me senté bastante tiempo a pensar sobre esos sentimientos que te agarran cuando alguien te puede despachar tan fácilmente.

Cuando hablo de despachar fácilmente estoy exagerando, dios sabe por qué habrá pasado la otra persona cuando deja de hablarte, pero la soledad parece ser la inmediata respuesta, al menos para mí, porque realmente me choca acercarme a una persona si tengo a otra en la cabeza.

La gente suele decirme que no está bueno que me aísle mucho, quienes más me conocen me piden por favor que no me exceda en esto, y el resto de la gente ni cuenta se da, entonces aislarme no me es realmente difícil.

En mis relaciones suelo quemar la vela en ambos lados, pensando que el amor hará que la vela dure por siempre, y hasta ahora me equivoqué en cada ocasión, por eso pienso tanto en la soledad, mas la soledad es un callejón o una farsa.

Muchas veces cuando uno se aísla, es porque espera ver quién lo extraña, y el problema es cuando esto último no sucede, o cuando sólo quieren escuchar un chiste de vos, o peor aún, cuando te rendís y querés salir a la otra persona, porque la otra persona no se rindió a vos.

Esto último es hermoso que suceda, doloroso, claro, pero hermoso, porque quiebra tu ego y eso siempre es bueno, pero cuando en intento tras intento quedás en la nada, te da una pauta, y es una pauta cruda, algo que ya no lastima a tu ego, sino a tu autoestima.

Lo lastima porque la otra persona sigue sin necesidad de hablarte, y sentís que te habla por obligación, y hace que sientas que ya terminó su duelo hace rato y vos sos el lerdo pataleando en la nada.

Por eso me pregunto y me refugio tanto en la soledad. Yo ya no me lo pregunto, pero... Quizá en la soledad no haya dolor?



Yo sé que no es así, en la soledad podés estar muy bien, y cada vez mejor, incluso llegás a sentirte completo, pero cuando lo hacés mirás al costado, mirás al costado para buscar a alguien que haya vivido eso con vos, pero hay nadie.

Ese es un sentimiento feo de verdad, peor que un choque de frente al asfalto, peor que un golpe en la nariz en un día frío, peor que pisar agua con la media puesta, sencillamente es desolante. Desolante porque cuando se te salen los sentimientos por la mirada, por la boca, por el gesto y nadie está ahí para atajarlo, perdés ese sentimiento, sentís cómo se terminó, y claro, siempre vas a tener el recuerdo de lo bueno que fué tenerlo, pero duró lo justo y necesario, para alguien tan solo.

Sé que en la soledad hay dolor, sólo que un poco menos que en mi experiencia de intentar salir de la misma.



Y por eso hablo solo y conmigo de soledad, todavía solitario.



Hablo solo de soledad porque se me vienen aromas en la nada a mí solo, y no puedo compartirlo, porque sé que sólo huelo yo el aroma que me dispara un recuerdo, por eso a veces lloro solo en colectivos o en la calle, y la gente no me mira, porque ven a una persona que es mejor dejar sola.

Dejar sola porque es su hábitat, sola porque sola nació, sola porque sola significa que no reaccionará como alguien común, y no es prudente activar algo inusual, sola porque no quieren llegar a la persona.

Soledad, porque sucedió la soledad y nada más, porque no encanta lo suficiente, o porque rápido se dispensa a la persona.



Soledad, porque casi siempre hubo soledad.

1 comentario:

  1. El invierno para el oso es largo y solitario, pero siempre cuando parece que no va a terminar llega la primavera.

    Dejá de ser tan tierno patricio!

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And baby says?