Distancia

Hoy vi de lejos al invierno, que me dijo que le espere con algo calentito para tomar.
Estaba cuidando una esquina cuando pasó, o cuando me dí cuenta de que ya me había quedado el recado, estaba cuidando unas paredes impenetrables con el frescor de la noche, por las dudas, no?
Ahí estaba, bueno, en realidad no estaba ahí, bah, sí, evidentemente sí porque tenía fresquito, pero no me llegó a mí, o en realidad sí, pero a mí a unos poquitos años me llegó. Me acuerdo que mi mamá me había puesto una camperita (porque a esa edad es todo "ito/ita") y tenía colorcitos, y cuando te están poniendo una campera y sos un piojo de menos de un metro, está el gran problema de las mangas internas.
Cuando tenés algo que tiene mangas largas, y le ponés encima una campera, las primeras mangas te quedan arremangadas, y mi mamá, pendiente de mi incomodidad ante eso, sin que le dijera nada, metía su mano por la manga de mi campera, y me bajaba la manga arremangada sin permiso, y me acordé cómo se sentía que me pongan un abrigo, y me preparen y me pongan cómodo. Me acordé de cómo me gustaba abrigarme justamente para que me tiren la manga de abajo, por debajo de la de la campera, era un momento especial, a veces no quería agarrar a mi mamá apurada, para que lo hiciera con calma.

Una situación típica que recuerdo, es la de ir llorando hacia alguien grande, como para que te calmen, y siempre estaban ahí para uno, pero yo me acuerdo que no siempre tenían soluciones para lo que me hacía llorar, no recuerdo mucho qué me hacía llorar, ni discernir qué sería parte de mi imaginación o no, pero sí me acuerdo que sólo quería mimos.


Con la edad, a veces viene una cierta distancia, hay muchos baobabs que crecen y pueden destruir tu pequeño planeta.

Esos recuerdos son realmente pedazos de mí, pilares, sin ellos, me tiraría al piso, sin hacer mucho más que marchitar, pero están, están esas alegrías.

Hoy en día (y les aseguro que lo intento) me es un tanto difícil tener una contención así, claro que nunca van a ser como mi vieja, pero he sentido contenciones intensas gracias a muchas personas, personas que quizá no sabían que algo iba mal conmigo, que quizá es mi culpa no dejarles entrar en mi burbuja, personas que me contenían, y podían hacerme cosquillas.

El invierno está llegando de a poco, el otoño lo anunció cuando llegó, me dijo "Mirá que el otro viene atrasado, pero llega seguro"

A veces pasa, que el sol (nuestro sol, no el del cielo) no brilla mucho, y uno se hace un bollito y escapa. Por ahí no se hace un bollito físicamente, es decir, tenemos que estudiar y trabajar y comer y demás, pero un poquito, en nuestra mente, nos ponemos la frazada hasta la nariz.
Yo se que lo hago en momentos así, bah, épocas así, también camino sin hacer ruido, y no hablo mucho, si no es por decir palabras de niños, que es lo que más abriga ultimamente.

El amor hoy en día (no hablo de todos eh, no se ofendan los tórtolos, se muy bien que andan por ahí) está un tanto fresquito, no cálido, pero bueno, son tiempos.
Se siente más bien, como un chuchito de frío, el mínimo, tampoco el que se sufre, que te recuerda que tenés frescor.
Tu amante se va y las colchas se enfrían rápido, y no queda un olor al otro, y no te da abrazos que satisfagan, ni se detiene a verte, verte de verdad digo.
Cuando las situaciones son así, te dan chuchitos, y si no tenés eso, no estás mejor, ni peor, sólo tenés chuchitos.

Está bien cerquita el invierno, con su aviso cambié unos cierres y me puse a recordar.


Con algo de suerte, lo que nos haga reaccionar de estar en bollito, es ya transpirar, por estar en primavera y nosotros tan abrigados =)