jueves, 6 de octubre de 2011

Sencilla novedad



( http://www.goear.com/listen/b1a0f80/new-slang-the-shins )


Ha de ser extraño el momento después de una explosión, el instante en el que caminás, saliendo de un momento que causó un antes y un después en vos, un momento que haya hecho que las cosas ya no te cuadren.

Puedo recordar momentos así míos, más que nada en el año pasado, donde el amor dejó de ser bienvenido y poner más energía de manera terca en ese lugar sencillamente iba a desgastar y desgastar más. Amistades finalizadas o limitadas ("cambiadas" aplica más) de un instante a otro, cambios abruptos que tenés cuando ves ciertas intenciones en una persona u otra.

Y algo hermoso de ese hito en particular son también las cosas que no cambiaron, que persisten y siguen aportando a mi vida algo imposible de transmitir, cositas que se repiten casi desde que tengo memoria, que al repetirse tanto pienso que me enseñan tanto, o tienen tanto para enseñar que sencillamente siguen llegándome cada vez que pasan.

Por las primeras dos, esos dos momentos en los que el amor y la amistad dejan de darse como se daban, hacen que uno tenga que reaccionar pues tiene un problema hasta que se decide a hacer algo, en ese entonces empezará a resolverlo (en función de lo que uno haga tomará más o menos tiempo resolverlo, pero nadie te quita los pasos dados) y darse cuenta de cómo volver a levantar lo que se le cayó, construir de nuevo algo que esta vez pueda tolerar semejante sacudida, o mejor aún, construir sobre nuevas tierras que no cedan o se sacudan.

Es en estos tiempos donde uno está un tanto desorientado, al principio "desorientado" es una palabra que queda muy muy chiquita para la descripción de la persona en cuestión. En mi caso sabía que iba a tener que volver a caminar, es decir, me permití sentir el amor indiscriminadamente, y todo ese tiempo estuve viendo erroneamente, entonces uno se pone a pensar: "Fuiste derrotado en tu propio juego". Pero lo bueno, es que sólo te volverás mejor, o descubrirás cuál es tu juego de verdad.

Aprendí que lo que más me sirvió en tanto tiempo, es una perspectiva, que aporta lo mejor creo, y esta es la de dejar que el resto haga cuanto guste. Claro, muy sencillo, pero me dí cuenta que si tantas ganas me dan de volar lejos de quien me hace mal, o quien no busca lo mismo que yo en una relación, entonces no veo por qué esto no debiera aplicar a toda clase de relación. Y así me encuentro.

Desde que volví a tantear (cada vez con pasos mayores) lo que es el cariño amistoso, lo hice con ojos nuevos. Esto me hizo infinitamente bien, me hizo sentir que estaba en lo correcto, haciendo lo que necesitaba ya que se me dió la chance de un nuevo comienzo, donde condenaba lo anterior, y ahora lo nuevo me llena.

Amor? No, no lo sentí aún, y siento que no lo necesito, no sabría cómo sentirlo aún siquiera. Hoy por hoy siento que antes amaba erróneamente, que hacía las cosas mal, y espero que no se hayan encariñado mucho con quien era, o al menos no con ciertas partes, porque sólo volvió lo que es bueno de ese ser, sólo lo que aplica con quien me estoy convirtiendo.

Es curioso el vivir sin sentir ese amor (hablo del amor en pareja, y si me venís con la de los hippies y amor libre, deben haber mil blogs que hablen de eso) pues al ser algo que uno no espera, y claro que no se cómo se siente, uno piensa que puede atacarle en cualquier momento, salir de cualquier esquina y agarrar a uno desprevenido. Pienso que es cierto, pero que francamente es un pensamiento ridículo a tener. No por desperdiciarlo, si no porque es imposible que se me pase y no le vea.

Elegir con cautela a quién quiero ver y cuando, creo que fué una hermosa cualidad adquirida después de que quien yo era, muera.

1 comentario:

And baby says?