La distancia con alguien que te hizo mal es necesaria, al menos un tiempo para procesar lo que pasó.
Pero no es cuestión de sacar de tu vida todo lo que te ha hecho mal, menos aún cuando se trata de alguien que también te ha sabido dar amor, cariño, sonrisas y calor.
Con esto empiezan mis dudas sobre cómo aprendemos de los dolores que se nos causan. Verán, si aprender de un mal que nos ha hecho alguien a quien queríamos significa apartarnos, dudo eso sea un aprendizaje.
Creo que aprendizaje sería poder hacer que genere lo bueno sin causarnos todo ese mal del que le acusamos.
Creo normal el extrañar lo lindo que alguien nos puede hacer sentir y pesimista pensar que ya no puede pasar, pienso que se debe hacer ese esfuerzo para que la otra persona pueda volver a darnos algo bueno, creo que debemos seguir dando lo bueno, siempre que se puede, y suelen ser las ganas lo que nos limita, no la capacidad.
Ya no estoy en el humor para peleas, distancias y asperezas, porque quiero aprender, y si bien el aprendizaje pudo haber dolido, espero haber incorporado algo más que la sola capacidad de alejarme, porque ese habrá sido el aprendizaje menos práctico.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario
And baby says?