miércoles, 10 de agosto de 2011
Sobre dulces rendiciones
( http://www.goear.com/listen/169424f/beautiful-day-u2 )
Ver a todas las peleas como simplemente "peleas" es lo mismo que comprarse una tele para no pensar, a un nivel menos burdo y nocivo.
Una pelea no es un choque, mas un choque puede ser una instancia de una pelea. Esto lo digo porque hay diferentes formas de ganar con diferentes peleas, y claro, qué es ganar, no? Una pelea nunca se gana, pero sí se gana algo con esa pelea, y para ganar ese algo, es vital analizar qué pasó en esa pelea.
Hay peleas con las que ganás (algo) tras sencillamente evitarlas, y otras veces ganás si chocás, otras si cedés, y otras si te imponés.
Yo amo las peleas acordes, armónicas, que se resuelven como mejor pareciera, aunque la armonía de la pelea lleve a resolverla a golpes, si es así como se ha de resolver, pues brindo por haber encontrado una forma de resolverla.
Yo demostré mucho en una decisión propia, mucha determinación, una completa dedicación y capacidad de lograr diferentes cosas, esas diferentes cosas me brindaron mucho en estos últimos tiempos, y logré darme cuenta que cada tanto me estancaba y claro, algo debía hacer, algo me estancaba.
Hoy choqué, peleé con alguien, y no resolví esa pelea de la mejor forma, y fué bueno, porque no es cuestión de imponerse, sí, tengo mis medios y métodos, pero es cierto también que en parte tocan a otros y por más seguro que esté de mis métodos, otros no tienen por qué confiar ciegamente en ellos, sabiendo que de hacerlo y salgan mal, debieran pagar conmigo los platos rotos.
Me dí cuenta que ceder iba a ser genial, no solo para la otra persona, si no para mí, y que eso estaba estancando, las muchas posibilidades, pensé que con cabeza dura podría llevar a cabo lo que quería, y la verdad que casi lo logro, pero de hacerlo sólo con ese ímpetu, me convertiría en un ser horrible, que se lo premia por ser cabeza dura. Prefiero esto.
Prefiero esto que viví hoy, prefiero chocarme y saber que estaba equivocado, prefiero darme cuenta en dónde me equivoqué, no importa si me equivoqué toda la vida o en un momento, una decisión errónea en un momento crucial puede deshacerte una vida de aciertos, no me importa si mi ego se sentía mejor cuando todo me salía, ese cagón se desmorona con un error de ortografía.
Ya no me importó dejar de estar en lo correcto, y no me importó una marcha apropiada de un plan mío, ya no me importó más, ya sólo quería elegir lo mejor, quería volverme un espacio para el enmiende, quería volverme lo apropiado, lo correcto, lo lindo y lo frágil, quería ser algo hermoso, quería ver el sol en todo, y no quería más problemas, no quería construir más ilusiones, quería soñar y que me revienten todas las burbujas. Porque sé que lo que me cambie va a ser lo mejor, para lo mejor, y desde lo genuino. Y qué si erré? Y que importa si lo que hice hasta ahora fué completamente errado? Si mi vida entera fuí un tarado que no coordinó dos palabras ni sonó inteligente en ningún momento, empezaré a formar decisiones inteligentes desde la primera: Dejar de hacer las cosas mal.
Y lo lindo de ser corregido así, es que no te cansás, no cuando se siente tan bien, cuando te das cuenta de todo lo bueno que podés hacer.
Y sonó esta canción hermosa en la radio, y salió el sol, y aunque lloviera, el día se puso hermoso <3.
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Hoy justo leía sobre la rendición en un libro. Buena actividad sin duda.
ResponderEliminar¡Allá vamooosss!
Dios, desde que empecé a leer no lo pude creer y me desconcentré y me re costó seguir leyendo de la emoción pero leí todo igual y ♥. O sea, acabo de escribir algo (y postearlo en mi blog) que me nació a partir de exactamente esto mismo que escribiste vos sobre las peleas !
ResponderEliminarEncima Beautiful Day. Me voy a tener que casar con vos aunque no quieras, Patricio. Bueno, no... Pero te quiero mucho.