martes, 23 de agosto de 2011

Sobre brújulas



( http://www.goear.com/listen/23f2c48/rasguaplusmna-las-piedras-sui-generis )

Hace un tiempo largo, yo era una persona triste. No inspiraba tristeza, de hecho nunca se me acusó de semejante cosa, incluso puedo nombrar más de diez personas fácilmente de atribuirme lo opuesto. De todas formas, era una persona triste, triste por dentro, triste porque triste me sentía.


Y me sentía triste internamente por soledad. Siempre me sentí solitario de no estar compartiendo un momento hermoso con otra persona, con lo cual podemos decir que soy alguien que, de lograr química con otra persona, un lindo lazo, difícilmente se canse de pasar tiempo con la otra persona, e incluso sea necesaria una responsabilidad que rompa con los días que pasaría con mis cercanos amigos u algún ocasional romance, pero bien sabio es decir, que no se puede generalizar cómo operarías en una relación si no hablás de la persona en particular.

En tiempos pasados, antes de que algo cambie mucho en mí, solía tener un amor platónico, y alguna vez logré entablar una relación con esa persona de una forma cercana, preciosa.

En esos tiempos vivía en particular en otra realidad mucho tiempo, siempre fuí alguien de ojos distantes, porque suelo estar un poco aquí, y bastante allá, a menos que me acerquen con una linda charla, afecto, o un buen momento.

Antes recuerdo pasar a mi perra en la plaza, mirar al cielo de noche, sabiendo que en breve volvería a casa, estaría la comida y poco después debería dormir. Y mirando en la lejanía, imaginaba lo increíble que debiera sentirse estar con la persona que querés, la persona que amás, la persona con la que elejís estar, la persona por la que te movés.

Me dí cuenta últimamente, que soy una persona que seriamente se mueve por amor, y cuando no lo tiene, se moviliza para no quedarse quieto, pero esta segunda cuesta mucho más.

Me dí cuenta que me gusta estudiar si es lo que me gusta, claro, y siento importante el ritual del trabajo, pero no son objetivos en mi vida, son actividades a tildar en mi día, para hacer desear y extrañar un tiempo con personas especiales, y nada más.

Me dí cuenta de qué me ha venido costando tanto desde hace un par de años, y es el no tener esa vivencia para con otra persona, esa luz, ese deseo que hace que atravieses todo por un momento más, y no es una decisión ponderable, es casi injusto comparar a la otra persona con lo que sea, pues lo segundo será de un valor ínfimo en comparación, la decisión es fácil, y es: Mi amor.

Tengo ojos lejanos aún, pero no para un futuro imaginado con un amor platónico que tenga cara y personalidad, no construído ante otra persona, sólo de curioso, preguntándome, ahora que me siento casi de piedra, hecho un témpano, quién será la persona que me mire y me derrita. Porque eso me pasa, me derrite el exterior, y saca mi amor a flor de piel, y cuando el amor está en todo lo que hacés y pensás, ya poco importa, estás vivo y mientras estás viviendo, nada es más apropiado.

<3

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