martes, 25 de junio de 2013

Extracto del 3er cuaderno azul




"No hay muchas formas de entender la situación de una relación, es decir, uno se uede sentir amado, querido, cuidado y eso es perfecto, significa que uno está siendo nutrido por el otro.
No sé si será comprobable, o si será siquiera la verdad, pero sí es tu realidad y si sucede que también es la de otro, entonces la magia toma lugar.

Es como si cada uno supiera una coreografía diferente, pero ambas encajen hermosamente.
No es prudente explicar mucho lo bueno que nos pasa, creo que es más importante vivirlo.

En lo que a relaciones respecta, no les toca lo bueno, lo bueno nos pasa a nosotros, son las mentiras y las medias verdades lo que denotan cómo está la relación. Ésta es el vínculo, como un cable, hace contacto o no, está la vía o no está, y luego es cosa nuestra iluminarnos.

Pero es lo falso lo que te da una pauta de que la relación está afectada.

Queriéndose con el otro, la relación no debe dañarse, o lo que generes en el otro no será genuino.

En un pasado salí con alguien y no llego a querer sin entender. Ella pensaba que podía mentirme.
Nunca le dije que sabía la verdad, no creo que me tocara a mí darle lecciones, ella tendrá sus motivos y su moral.

Creo que la mayor mentira fué hacia ella misma, pensando que nuestra química llegaba hasta las sábanas, que no sabía cómo le cambiaba de ritmo el corazón, cómo le cambiaba la expresión, la energía, cómo se notaba su esfuerzo (Creo que eso era lo más doloroso, que pensaba que la veía como el resto). Claro que se mentía a sí mucho más que a mí, ella sabe (al menos en parte) cómo amo, y amando como yo amo, no hay nada a lo que mire con más devoción, ninguna cara que repase más que la de quien me da motivo para dejar de soñar con ella y despertar cada día.

Me mintió (se mintió) en mi cara sobre otra persona.

Sé que no amaba a esa persona (Ella a Él) así que si me lo contaba, yo podía entender que deseó a alguien, y lo haya tenido o no, no le amí, sino que me amaba a mí, y la relación estaría, yo tendría que reponerme, pero soy bueno en eso, después de todo, el amor estaría.

Pero ah, las mentiras, creo que es lo único que afecta la relación directamente.

Su subterfugio entonces me dió la certeza de que ya no me amaba, y no fué refutable. El deseo por alguien más sólo era una situación, pero la mentira es lo que corta el cable.
Ese día mi amor dejó de renovarse, de  crecer, y como un fuego no alimentado, dejó de estar, y si enteramente no se apagó y quizá un viento de melancolía encienda una brasa, el combistible seguirá ardiendo, y siendo que se rompió lo que lo alimentaba, no arderá jamás.

Una mentira da tanta certeza como una verdad dicha por un mentiroso, por eso no sé lidiar con ellas, por eso el amor se extinguió, porque buscando evitar informármelo, me probaron que ese amor ya no estaba.

No hay tristeza en mis palabras, es más, no pensaba hacerlo público, pero me expliqué, y es un valor grande cuando alguien hace eso, y olvido a veces que pienso mucho y expreso poco, así que con suerte, entretuve.

=)

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