miércoles, 2 de noviembre de 2011
Solitude.
( http://www.goear.com/listen/dd33039/out-of-time-rolling-stones )
En lo personal, a la hora de acercarme a otra persona es vital que vibremos en la misma frecuencia y lo digo porque no sé cuánto toleren otros, ni me importa muchísimo, pero estar con mi cabeza en otra persona me hace infeliz.
La verdad es que no me aporta nada positivo buscar a otra persona y que falte esa misma iniciativa del otro lado, no es puesto como un reproche, si no una explicación.
Una explicación de mi conducta, de por qué francamente a veces es mejor alejarse y encerrarse, entender que si la otra persona realmente puede y quiere llegar a vos, lo va a hacer y te vas a abrir, y no vas a tener que hacer un esfuerzo para dejar de poner distancia.
Amo imaginar la verdad, y me puedo acercar con mucho placer, pero notar una falta de reciprocidad sencillamente me va a llevar a un malestar de seguir por ese camino, y hoy en día, habiendo logrado llegar a la otra persona con persistencia, prefiero dejar esas experiencias para otra gente, no yo.
Yo la verdad no veo un cambio teniendo que forzar las cosas, y me encanta mucho el espacio en mi cabeza como para tenerlo ocupado con cosas que me pesan.
En este aspecto en particular, hacer esfuerzos por mantener junto algo que solo caería, es sólo retrasar lo inevitable, porque no vas a estar siempre para emparchar, esforzarte, o acercarte. No es por un pensamiento egoísta, es por ganas de reconocer límites, soy bueno en lo que hago porque sé que puedo y que no hacer, esforzarme por llegar a otro y lograrlo, lo puedo hacer, mantenerlo de manera feliz, no.
Y si lo que quisiera fuera ser infeliz, sería contador.
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