miércoles, 9 de noviembre de 2011

Sobre el Sol y el calor



( http://www.goear.com/listen/f88ee7e/le-fabuleux-destin-damelie-poulain-bso-la-valse-damelie-piano )


A veces me siento y recapacito, pienso en mis tesoros. Algunos son materiales, pero no se consiguen en un negocio o en página alguna, pues son únicos en la tierra, convertidos en reliquias por mí.
Otros de mis tesoros (y de los más valiosos, podría agregar) son recuerdos, vivencias y latentes lecciones y sensaciones que pude hacer mías en mi tiempo en este plano, por los cuales agradezco cada respiro, y en momentos como este donde me siento a verles, no me alcanza la expresión para agradecer.

Un momento así es prístino, divino, y no existe antes o después, es decir, gran parte de poderlo vivir se lo debo al pasado, pero no es vivir en el pasado, es este momento, donde todo lo que sucedió y viví se revive y está a flor de piel y latente en mí en el mismo instante.
Es un momento donde el futuro no existe, el tiempo se detiene para que respire cuanto quiera, para luego ser propulsado a la mejoría. Y lo que viene será tan bueno, que no podré sencillamente ponderarlo o pensarlo ni imaginarlo, sé que excederá todo pensamiento, y todo lo que me queda es todo lo que soy hasta este momento, un punto, una vivencia estirada durante 24 años prácticamente.

24 años de sensaciones, respiros, toques, alegrías, tristezas que adornan cada acción que llevo a cabo, y que muchas veces no soy consciente de todo lo que acarreo y represento, lo mucho a lo que uno se refiere cuando dice "Patricio" ni los tantos sentimientos que han representado a este ser.

Creo que vivir este momento es esencial porque te das cuenta de lo que sos, te sentaste a caer en el hecho de que cada respiro es lo más sagrado jamás, en ese sentimiento especial que te generó un aroma matutino, el gusto de tu comida preferida, cómo te sentiste reconfortado al lavar los platos esa vez, aquella bombita de agua que cayó justo donde deseabas, esa expresión o frase que dijiste al mismo tiempo con un amigo sin que hubiera un patrón para que ambos cayeran en decir lo mismo, esa coordinación con otra persona para lograr una única acción o momento que sencillamente queda enmarcado, esa frase que leíste en un libro y te dió escalofríos, ese mensaje que esperabas mientras veías que la otra persona estaba tipeando y te comerías desde la mano al pié de ansiedad si tardara un minuto más.

Todos esos momentitos, la sensación de tu almohada y tu cama, la vista que hay desde tu piso al techo, los mil parecidos que le encontraste a un paisaje con otro, son importantísimos en uno, muy importante caer en ellos cada tanto, en tu soledad, con vos.






Es mi creer que la soledad es primordial en la vida de uno, para hacerse de lo que uno se compone, las partes de uno no son sólo las del cuerpo, si no de lo que disfruta, de lo que vive, para lo que se levanta, y tener esto recurrente, es como poder volver a casa cada día. Por qué tan importante? Porque después de hacerte de tanta personalidad en la soledad, compartirás tu soledad con otra persona si eres un romántico como yo. La soledad es un cuadro hermoso de vidrio que armás durante años para absorberlo y romperlo en pedazos con la llegada de otra persona, y reconstruirlo como un rompecabezas junto al vidrial destrozado de la otra persona, para juntarlos y formar uno solo, más grande y más hermoso, mas nunca sabrás si tu vidrial puede mezclarse con el del otro si no te haces uno primero.

Y entonces de a poquito, cuando conseguís dar con alguien así de importante, estás en un sueño, creando y viviendo la realidad y tus vivencias y tu persona al mismo tiempo, decidiendo a cada caricia y beso cuanto encaja el otro en vos, cuánto te encontrás a vos en el otro, y cuán imposible es distinguir dónde empieza uno y termina el otro, cómo aunque esté en el otro lado de la habitación, son dos de lo mismo, el mismo ente, la misma cosa, el mismo vidrial.

Mirarle en los ojos y perderse en la casa en la que siempre quisiste estar, una mirada para estar bien en cualquier lugar <3.

1 comentario:

  1. "La soledad es un cuadro hermoso de vidrio que armás durante años para absorberlo y romperlo en pedazos con la llegada de otra persona, y reconstruirlo como un rompecabezas junto al vidrial destrozado de la otra persona, para juntarlos y formar uno solo, más grande y más hermoso, mas nunca sabrás si tu vidrial puede mezclarse con el del otro si no te haces uno primero." ♥

    ResponderEliminar

And baby says?