lunes, 19 de octubre de 2015

Sangrando.



Es cierto que negar los problemas distancia la solución, que las situaciones no enunciadas siguen sin ser trabajadas.

También es cierto que intenté hablarlo muchas veces. No lo "intenté", lo hice, hablé de forma directa, indirecta, me expresé con palabras y con acciones, gritos y lágrimas.

Es cierto que no estoy en el mismo lugar en el que empecé y creo que hay certeza en decir que yo no he terminado esto aún.

Quizá lo que haya hecho que me quede sin gente con quien hablar ni con algo nuevo para decir sea exactamente eso, el hecho de YO no haber terminado con eso.

El tiempo hace cosas maravillosas para quienes no tienen al corazón agarrado a algo que lo rechaza y lo loco del corazón, es que no se agarra físicamente. El corazón se vincula y lo destructivo de este vínculo, es que puede ser unilateral, sin ser sentido por el lado desinteresado.

Quizá por eso adoptar vicios lo rompe a uno aún más. Un lado del vínculo se desentiende de este corazón y yo, que lo tengo adentro, sólo puedo fantasear el olvido con distracciones, pero eso deja a mi corazón ya sin nadie, sin un hogar al que decirle "Me siento triste", para que toda esa tristeza se evidencie cuando me encuentre sobrio.

Ya no puedo hablar con nadie sobre esto sin decir nuevamente lo que ya he dicho, sin mayores cambios, la otra parte no siente lo mismo.

Quizá, parte de la remoción conste de sangrar un poco más, como ya tanto tiempo se ha hecho, quizá queden aún muchos más textos por sangrar.

Quizá, como ha pasado por la otra parte, me vuelva de amor a amigo, de cercano a distante, de calor a la nada, de motivo a detalle, de deseo a pensamiento.

De amor, a foto, de foto a recuerdo.

De recuerdo, a bruma, niebla en la memoria.

Quizá, sea sólo un loco a quien le mostraron el tesoro último y lo tuvo realmente, hasta notar que era solo un dibujo.

Arena, tiempo y tierra.

Sal de lágrimas secas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

And baby says?