lunes, 10 de febrero de 2014

Sobre pesares.



Tras una gran transformación se fué el veneno. El tiempo dejó de estirarse y el cielo lloró conmigo, me gustaría pensar que es la última lágrima, uno suele pensar eso, pero parte de lo más hermoso es no saber.

Nuestras acciones y decisiones pueden impactar muy fuerte en otros y otras veces es muy difícil aceptar que sencillamente algo que deseás no puede pasar, puede llevarte al enojo, al malestar, al desentendimiento. Incluso a mí me ha descentrado en más de una ocasión, de hecho, he pasado años fuera de mi centro.

Pasaron cosas feas, no diré que no. Pero más importante que todo eso, ese sentir de que se me debía justicia, ese pesar que no se compensaba, el enojo con quien ha dado de los mejores recuerdos de mi vida... todo eso pudo menos.

Las sonrisas pesaron más y eso es en parte difícil, pero es lo sano.

Verán, es muy fácil decidir que algo no debe pasar o que uno no puede inmiscuirse con alguien más porque esa persona es culpable de algo malo y un ave de mal agüero. Pero no es jamás esa una verdad última.

Ahora es todo un tema, pues entre los dos lobos que luchan en mi corazón (el amor y el odio) he decidido alimentar al amor, con lo que al hacer eso debés afrontar todo el amor que tenés y no siempre es fácil, a veces es demasiado sentir y no sabés dónde ponerlo y te ahoga, sé que a mí me socava el pecho pero no hay más que amor ahí, las fundaciones del enojo no han prevalecido y ahora hay un espacio que sucumbe.


Es lo hermoso ahora, el poder acceder a esos recuerdos llenos de amor sin la mancha del enojo.


Siempre me van a quedar gracias y un par de besos que darte, y eso está bien n.n

No hay comentarios:

Publicar un comentario

And baby says?