La tormenta:
Con la vista baja veo un remolino
Que da ritmo y baile a la hoja de un árbol ya seco
Hay sucesos que tan fuerte se anuncian
Como amanecer que da luz a un día entero
Mas rara vez puede uno contar las nubes
Que un viento trae, siendo fijo o pasajero
Estos enviados de cambio traen agua
Y el agua siempre trae sentimientos
Es tan presente el ruido y el olor a lluvia
Que el latir del pecho deja mudo lo que pienso
Es el punto cardinal y el hogar del cobarde
El lugar donde jamás llega algo nuevo
Si rayo y trueno de un cariño me dejan ciego y sordo naufragando
La pista a mis sentidos será la balsa de mis besos
Que el norte sea sur, por mí vale lo mismo, a la tormenta me entrego
Bien sé que un clima calmo y tibio jamás formó a un capitán experto
Ahora, roto, seco y sin barco, balsa o besos
Camino agradecido y atravieso empapado el frío del invierno
Inevitable, como el calor del verano
Esperanzado, como el día nuevo.
martes, 27 de febrero de 2018
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