Creo que los rituales o ritos de pasaje son cruciales en la realización de la vida de uno.
Un rito de pasaje tiene que ser algo cuya realización no sea certera, para que lo que sigue en tu vida sea una formación personal para entender algo que debió haber sido grabado a fuego en la piel.
Creo que, de forma inconsciente, tememos a estos ritos de pasajes y por eso los confundimos con otras vivencias intensas.
Creo que confundí mi rito de pasaje (O uno) con otro. Pensé que debía viajar mucho tiempo al sur para olvidar dos o tres amores, lo hice sólo para tener un cuarto que me provoque otro viaje con la misma finalidad. Eso tiene que haber sido un aprendizaje postergado, técnicamente recursé la materia.
Esta segunda vez fué diferente, había experimentado la muerte muy de cerca y había visto que no es como en las películas, de un momento a otro la realidad puede caer, tu brazo se puede romper, tu cuerpo no se puede mover, quedás olvidado, en la montaña sin que nadie sepa qué te pasó.
Creo que parte del rito de pasaje es sobrevivir a las chances de la cruda realidad, para aceptar la tierna realidad, que ambas son reales.
En una parte de uno, al menos mía, siempre pensé que atravesaría un rito de pasaje encontrando un amor, entregándome y permitiendo que suceda cuanto fuere. Y como las montañas, no faltó realidad allí.
Fuí olvidado y dejado, esta vez mis brazos sí se quebraron y fué casi una agonía. Pero también un rito de pasaje.
Todo sería más fácil cuando estuviera en el refugio, cuando no llegué, todo se haría más fácil cuando pasara la tormenta, cuando la tormenta no se fué, pensé que todo sería más fácil si me rendía.
Es en no rendirme que encontré un rito de pasaje.
Cuando el amor me dejó me dió una clara muestra de que eso puede pasar en la realidad, que es cruda y no permite que le descrean por mucho.
"Creo que parte del rito de pasaje es sobrevivir a las chances de la cruda realidad, para aceptar la tierna realidad, que ambas son reales."
A eso agrega:
Que por lo rudo de la realidad, nos concede motivos para soportarla, es encontrarlos nuestro deber para con nosotros, para seguir vivos, para querer más.
Creé los míos y encontré tantos otros, todo gracias a los ritos de pasaje. Que cuando pasás por alguno, te deja disfrutar del rudo aspecto de la vida trabajado y superado.
Y si hace poco viviste un viento en contra, acordate que es una prueba menos y una lección más, acordate de esto antes de que la gente y la vida te vuelvan loco.
No olvides lo bueno, puede salvarte la vida.
Ten presente lo malo, con trabajo se volverá algo bueno.
Lucha por la felicidad.