lunes, 12 de agosto de 2013
Gracia encontrada.
Uno, en cierta forma, tiende a buscar al amor. A veces con mayor o menor éxito, a veces con una duración larga o de momentos, pero es una búsqueda en algún momento presente en la vida de una persona que ansíe vivir y sentir.
Es un poco como la inspiración, se busca y se busca cuando se le necesita (que en mi caso es una buena cantidad de tiempo) y no importa cuánto se le busque, sólo puede encontrárselo uno, solo que tenés más chances si vas con los ojos abiertos.
Con el amor presente, la vida, el punto de enfoque de uno, suele moverse de posición, ves las cosas diferentes y los días tienen otro tono, otra duración y otro principio con un final cambiado.
Uno deja de verse mal o desafortunado, realmente. Pasa a estar contento sin saber bien por qué y sin que importe mucho por qué, sólo hay un deseo de que esa sensación siga.
Anoche estaba viendo Magnolia, una película intensa para mí la cual tiene personajes solitarios entre otros razgos. Uno en particular solía despertar toda mi empatía, se trata de un personaje con verborragia, con cariño y por sobre todo, un personaje lleno de amor que lucha por poder entregar su amor y entre falta de medios para transmitirlo de forma cómoda y una resistencia del prójimo para recibirlo, se encuentra en una posición de soledad.
Suelo ponerme en los zapatos de ese personaje ante una frase que dispara como una explicación que nunca nadie tuvo en cuenta ni se detuvo a pensar como posibilidad. Él grita "Tengo mucho amor para dar, sólo que no sé dónde ponerlo!".
Anoche cambió, pues terminó de relatar su melancólica situación, pero yo no podía sentirme en su lugar, es decir, he estado ahí y las ganas de darle un abrazote me sobraban, pero en ese momento me relajé dándome cuenta que era una película, pero más aún, ya no podía decir que estaba en la misma posición que este personaje.
Me dí cuenta que estaba esperando esa oleada de lástima propia, la cual nunca llegó.
Me dí cuenta de que tengo dónde poner mi amor... y ese era un problema que no esperaba resuelto de una forma tan sencilla.
El amor está en uno, por eso no lo encontraba afuera, el tema es encontrar a alguien que quiera un poco del mío, tan distinto al del resto, como el del resto, tan distinto del de los demás.
Encontré a quién dar amor en una persona que creía conocer, y no entendí enteramente. Mejor dicho; entendí que no hay más que entender, mi amor debe ser entregado hasta que deje de tener sentido entregarlo.
A veces lo más difícil de superar una situación que nos hace mal es aceptar la fortaleza que tendremos una vez que la superemos. Qué haremos cuando no tengamos más este problema? Qué haremos cuando tengamos que ser felices para vivir?
Yo ahora escribo y termino mi mate, escucho algo de música y no pienso todo el tiempo en ella, ella viene a visitarme en brisas y pensamientos, y cuando me abraza me doy cuenta de que el invierno se terminó hace rato, y que prendo la estufa por costumbre.
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