Tengo un amigo, con quien me pasaría la vida panza para arriba, comiendo facturas, yo con mate y él con sus esplendidos licuados, que uno cada tanto le aceptaría para cortar con la amargura del mate, y ahí si me encanta hablar por hablar, se forman charlas como las que nos tratan de representar en las películas, con analogías inmezclables que tienen sentido solo si se articulan bien, justo con comida en la boca, o cortada justito por un sorbo de bebida, quizá rozado por el pitar de un cigarro, pero eso sí, cigarros en la mesa NO se puede.
Algunos que me conozcan por ahí escucharon una expresión como "La vida en Tauro" y es sencillamente buscar el placer, cuánto te dió ese respiro? Llenarse los pulmones en un parque, que tanto lo disfrutaron, y que tanto podría haberse disfrutado? Un chocolate... bendición entre bendiciones, el verdadero oro negro, saben cómo se come? El vino... ah el vino, delicioso sencillamente.
Tocar un instrumento, hacer un texto, saludar a alguien, dejar notitas, es atrapar a la vida en un instante... para mí al menos.
Yo sé que soy cabeza dura e insisto mucho, quizá por egoísta, pero realmente que estas cosas pasen todo el tiempo no nos pueden cansar, bueno, a mí al menos no, es como explorar el cuarto de alguien que es tu anfitrión, uno entra, en parte, a lo que es esta persona, es una muestra fuerte, y podemos compartir... compartir... compartir.
Me fuí del tema un poco, pero en parte imagino que es lo que buscaba, una conversación con vértigo, que lleve a mi lados pero no nos lo haga obvio. Tienen algún compañero o compañera, alguna compañía con la que se tienten de risa ante cosas tontas? O alguien con quien se puedan sentar a pasar un juego, o dibujar, escribir, o jugar algo que solo uds. jueguen?
Hoy me dijeron que el paraíso no existe, me lo dijo quien sea posiblemente la mujer mas cercana a mí, mi hermana postiza, mientras desayunábamos en un día soleado, en su cocina, con cereales, aire fresco, de sueños que tuvimos, de qué estén hechos los sueños, de qué nos pasaba cuando escuchábamos gritar a los vecinos, nosotros riendo de esas taradeces... y les aseguro que estaba viviendo el paraíso.
Es cierto que los paraísos son cortitos, o bueno, nunca duran taaanto como quisiéramos, pero cuando se acaba uno, parar un poco antes de tener otro no puede hacernos mal, y en breve podemos tener otro, y llorar de la risa, comernos ese chocolate y reirnos bruscamente ante el chiste del otro, ah, que paraíso, y así que se resuma la vida.
Después de todo, sería mejor si la duda existencial no sea de dónde venimos, o a dónde vamos, si no un.. "Mate o licuado? Café o té? AH! la incertidumbre!"
Ante toda duda, siempre podríamos decir: "En ese orden"
SALUD!
Me encantó~~
ResponderEliminarsería tonto no disfrutar cada "paraíso" que tenemos acá pensando que hay un paraíso más allá... ya no puede volver Sueyro a contarnos.
Aparte... yo no sé si allá hay chocolate.
Si no hubiera chocolate sería el infierno.
Por eso hay que comer todo el chocolate acá.
PERO TODO EH XD
El paraíso no existe... suelo decir que la felicidad no existe, tal vez sea el mismo concepto. Pero no es algo malo. Si existiera el paraíso no nos esforzaríamos (como vos en tu lisérgica experiencia que tuve el honor de escuchar el otro día), no habría mucho que hacer. Los paraísos chiquitos y las pequeñeces, ahí está la cosa. Yo voto amigos de silencios cómodos. Licuado, café y chocolate, sin falta.
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