miércoles, 6 de octubre de 2010
Reminiscence
Me acuerdo de recién verte, y de tener mucha de tu atención.
Así me acuerdo de querer estar cerca tuyo, y de no recordar querer alejarme, en todo el tiempo que llevo de conocerte. Y eso que hubieron tiempos dónde me hacías mal, y tiempos donde no tuve sentimientos lindos hacia vos, pero lejos? Nunca te quise lejos.
Debe ser por eso que más me acuerdo de esos tiempos, porque en cierta forma sí estás lejos, no sé en qué aspectos hablar para ser franco, pero sé que te encontré una vez, sé que en cierto rango de tiempo en la existencia de este planeta, de este universo, estuvimos juntos, queriendo lo mismo, imaginando algo, y siendo los dos.
Me acuerdo de invitarte a casa, y pensar en cómo sería la visita, pues estaba tan ansioso que no quería estar viviendo nada que no sea el tiempo junto a vos, así que tuve que fabricar un poco con mi imaginación, e imagino que un poco de eso es lo que hago ahora.
Me acuerdo, claro que me acuerdo, de la noche dónde todo parecía posible, no estoy seguro de cómo, pero terminé en el mismo lugar que vos, me acuerdo que era lo que quería, me acuerdo que me habías dejado saber dónde estarías, y después de estar con cercanos hermanos, tuve que ir a pura voluntad, porque no quería que se pase esa noche.
Ahí mismo creo que me trepé a un colectivo, y corrí, y ahora que tantas cosas lindas se me vienen a la cabeza de la noche, me acuerdo que un par de tipos me halagaron mis atributos (graciosa anécdota para contar a una chica) y me acuerdo que me hiciste cosquillas, siempre te gustó manejar un poquito.
Me llena de aire acordarme de ese verano, me acuerdo de que esa noche me sentaste, y mientras hablabas con tu gente (era toda tu gente, yo fuí sólo por vos) te sentaste sobre mí, porque éramos nuestros, por esa noche.
Festejamos, no me acuerdo cuál era el festejo, pero me acuerdo cuál era el mío. Sé que siempre me va a sacar una sonrisa esa noche.
Siempre me gustó quedar empapado en la lluvia, y que pueda darme el lujo de que no me importe que llueva, pero a partir de que se largó a llover esa noche, cada vez que llueve me alegro de una manera celestial, me han preguntado de qué me río, o por qué sonrío tanto, y no podía contestarles, porque no creo que estén para escucharse todo esto, pero sé que mi corazón no se cansa de que mi cabeza le cuente la historia.
Creo que fuí la persona más feliz de la ciudad cuánto menos, me volví saltando en la lluvia.
Me acuerdo que hicimos un torpe intento de esperar un colectivo, me acuerdo la parada, creo que podría llegar a ella con los ojos cerrados, en especial si llueve.
Siempre que paso por ahí me da un vuelco el corazón, y me acuerdo cómo te miré como una compañera, alguien que podía estar conmigo, es decir, cualquiera puede estar con cualquiera, pero no de la manera en la que me sentía complementado.
Siempre que nos tiramos en mi cama, dejé de desear, no sé cómo lo lográs, pero lo hacés, si alguna vez dudás de que seas única, sabé que sos la única que puede ocasionarme tal felicidad.
Y tengo la teoría, que sos la única que me puede dar cosquillas sin esfuerzo.
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Qué liiiindos sentimientos describís, y cómo los describís ♥. Me sentí un poco identificada, sobre todo al principio; y después morí de amor.
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